No vamos a seguir insistiendo en la incomprensible decisión de @Iberia de someter a pruebas de embarazo a las aspirantes para conseguir una plaza en la aerolínea. Pero resulta detestable que en el siglo XXI, se siga discriminando por razones de sexo aludiendo cuestiones de seguridad. Es una vieja práctica enmascarada, son los dejes de una forma de proceder que viene de antaño y que todavía sigue viva en muchas empresas.
Pero no sólo eso: Iberia sigue aprovechándose de la precaria situación laboral para someter a su plantilla a jornadas maratonianas, semanas de 8 y 9 días de trabajo ininterrumpido, contratos eventuales que atropellan cualquier intento de poder llevar una vida más o menos ordenada, contratos en fraude de ley, con cursos de formación medio forzada fuera de jornada y un largo etc…
Vivimos y trabajamos en un entorno cruel, duro y que necesita de manera urgente una reconversión. Mirar hacia la parte social se hace necesario y urgente. En Iberia y en todo el sector aeroportuario.