Según anuncian los sindicatos UGT, CCOO y USO, el pasado 2 de diciembre, se firmó en Madrid el II convenio de Groundforce. CESHA no ha firmado. Pero no lo hemos hecho por capricho, si no por responsabilidad y por mantener una lógica en nuestra trayectoria.
Estas son las razones por las cuáles no hemos firmado:
Nos dirán que cobraremos una paga antes de Navidad, que se ha rebajado la jornada anual. Sí.
Pero, ¿qué pasa con la nueva reclasificación de las categorías? ¿Por qué no se amplía la póliza del seguro por muerte natural, como sí tienen otros colectivos de Groundforce? ¿Por qué desaparece el artículo dónde se crearía un fondo solidario interno? ¿Qué pasa con la mejora de las condiciones de los tiempos parciales? ¿No existen estos trabajadores? ¿Qué hay de las vacaciones laborables, la regulación de las jornadas fraccionas, de los beneficios sociales inherentes a la actividad que desempeñamos (billetes de vuelo, ayudas, préstamos, etc)? ¿Qué hay de las condiciones de trabajo, nadie se queja?
Llevamos cuatro años oyendo que este convenio se firmó en dos días y antes de empezar la empresa. Que lo firmado no cumplía con los mínimos que todos necesitábamos, ¿por qué se da por bueno el mismo convenio ahora? ¿Por el mero hecho de una subida de IPC?
Otro argumento es que si no firmamos no estaremos en la comisión mixta, y para qué, preguntamos, si cuando estemos en ella, volverán a realizar la misma función que hasta hoy. Entendemos que no vale la pena dar todo nuestro apoyo a este convenio por tan poco.
LA COORDINADORA entiende que se ha firmado este convenio por intereses electorales, pensando en que podrán manejar a su antojo la bolsa de empleo que se creará y quizás en otros intereses, pero no en el de los trabajadores. Todo por intentar comprar voluntades y al mismo tiempo intentar poner en nuestra contra a los compañeros, acusándonos de todos los males de esta empresa. Estamos acostumbrados, y por eso creamos esta LA COORDINADORA, que es, como hemos repetido en innumerables ocasiones, la unión de muchos trabajadores cansados de tanto atropello y cesiones sindicales.
Queda claro que no nos queda otra que seguir peleando por nuestros derechos, como siempre hemos hecho, intentando ser cada vez más fuertes y demostrar al resto, que sí se puede realizar otro tipo de sindicalismo.
Por último, decir lo que advertíamos hace un par de años, siempre se unen y firman los de siempre.