A nadie se le escapa la delicada situación de incertidumbre que está viviendo el sector aéreo. De la misma manera, a nadie se le escapa la necesaria reestructuración que se debe llevar a cabo, no sólo en compañías aéreas, sino también en los diferentes operadores de handling. La nueva concesión de licencias por parte de Aena ha provocado un aumento de la competencia que no ha llevado a una mayor calidad en el servicio que prestan, y sí, a una reducción importante del margen operativo de estas empresas. Resultado: pérdidas económicas importantes e inviabilidad de algunos proyectos empresariales.
Las empresas que tendrán éxito en el futuro serán aquellas que sean capaces de afrontar cualquier situación del mercado, además de gestionar permanentemente el cambio y, por supuesto, estar dispuestas a enfrentarse a él y ser sensibles a satisfacer cada vez mejor las crecientes exigencias de sus clientes. Es en estos momentos cuando debe prevalecer la gestión profesional de los equipos directivos.
Y aunque la crisis sea sobrevenida, el precio del petróleo esté por las nubes y haya exceso de oferta hay que hacer de la amenaza una oportunidad. Con independencia del mayor o menor grado de recesión que se pueda producir, ahora puede ser un momento aconsejable para que la dirección de la compañía tome conciencia de que debe dedicar un tiempo a reflexionar o introducir aquellos cambios en la gestión de su organización, así como el arreglo de los “desperfectos” que, aunque pueda parecer paradójico son fruto de la relajación propia de los tiempos de bonanza. Y esto se traduce en la aplicación de medidas destinadas a cambiar aquellos procesos que sean obsoletos, a invertir en .tecnología y formación, a la realización de nuevas políticas comerciales para captar nuevos clientes. En definitiva, hay que proteger el negocio principal en el que se destaca sobre la competencia.
Los directivos de empresas suelen están mejor preparados y capacitados para dirigir en tiempos de bonanza económica. Obviamente, es mucho más sencillo, e incluso gratificante, tomar decisiones en esos momentos. Sin embargo, ante una recesión o crisis como la que estamos viviendo muchos de esos directivos que se desenvuelven cómodamente en contextos más plácidos no sean las personas más idóneas para gestionar el nuevo escenario. Es entonces cuando se pone de manifiesto la incompetencia o incapacidad de muchos gestores.
¿Y qué es lo que hace IBERIA? Presenta un Plan Director de Handling proponiendo como medida principal la congelación salarial y el aumento de la productividad en base a la reducción de personal (prejubilaciones), amenazando además, que si no se aceptan esas medidas, las posibilidades de seguir en el negocio son escasas o nulas.
Ese es su plan.
En resumen, cuanto más competitivo es un sector, más depende de su capital humano. De sus clientes y de sus trabajadores, que son la clave para afrontar las situaciones de crisis y para fortalecerse en ellas. No se debe poner en peligro ni la calidad, ni el servicio, ni la imagen de buen hacer de la empresa. Los clientes son fieles en periodos de crisis y, aunque la competencia rebaje los precios y los márgenes comerciales más que nosotros, los clientes no se van con ella.
En CESHA apostamos por ella.