El análisis del big data, la inteligencia artificial y la implantación del 5G son las claves para este cambio que viene para quedarse
Las dos últimas décadas han sido especialmente virulentas para el sector aéreo. Los ataques terroristas de las Torres Gemelas en 2001, la crisis financiera del 2008 y ahora la COVID-19 han puesto al sector en el punto de mira y en duda su futuro. Pero la pandemia pasará y el mundo seguirá volando, de otra manera pero imparable. IATA prevé que para 2035 se duplicará la demanda mundial del tráfico de pasajeros.
Esta pandemia traerá un cambio, una revolución en la forma, en la manera de volar y de desplazarse con la llegada e implementación de la nueva tecnología que ya está aquí y que promete remover los cimientos de toda la industria aérea: “tecnología biométrica en los embarques y control de pasaportes, conexión de fingers o pasarelas de embarque de forma autónoma, etiquetas inteligentes para los equipajes, identidades digitales de los pasajeros, autockeckin, gestión personalizada del equipaje extraviado, vehículos y robots conectados y autónomos… todo ello dibujará un nuevo paisaje aeropuertos”, opinan desde KPMG España.
La revolución que nos espera
El análisis del big data, la inteligencia artificial y la implantación del 5G son las claves para este desarrollo que viene para quedarse. Análisis de datos para anticiparse y crear modelos predictivos para mejorar la experiencia-cliente y la operativa en el día a día son los principales objetivos de estos cambios.
Esto traerá sobre todo enormes beneficios para las empresas, muchas ventajas para los clientes y con un coste enorme para los trabajadores: menos trabajo.
La digitalización necesita pocas personas. Desaparecerán las tan odiadas colas en los mostradores de checkin donde un pequeño grupo de trabajadores atenderá las incidencias en las máquinas de autocheckin, embarques más dinámicos y seguros, e-bags o etiquetas inteligentes que dispondrán de toda la información y podremos saber en tiempo real dónde se encuentra nuestro equipaje facturado…
Todo destinado para que la experiencia de volar sea mucho más atractiva e indolora.
Atrás quedarán las viejas rutinas del trato personal que vinculaba a empleado y pasajero. Una relación que humanizaba todo el proceso desde la compra del billete hasta la llegada a nuestro destino.
Se impone la autogestión, la APP y la disminución de los costes operativos.
Una revolución que tendrá altos costes para el empleo en nuestro sector.