Indica la cualidad interior de rectitud y franqueza, de fidelidad y constancia a la palabra dada, a las personas.
En el plano estrictamente laboral, la lealtad inspira una coherente fidelidad entre el trabajador y empresa en la medida en que enfatiza los valores humanos y por tanto debe ser una de las premisas que imperen en la relación trabajador-empresa.
Lealtad significa fidelidad. Significa franqueza, nobleza, honradez, sinceridad y rectitud. Sólo se es leal si se es fiel. Es imposible pensar en la lealtad sin que vaya unida a la fidelidad. Pero no basta ser fiel para ser leal. Es necesario, además, ser franco y sincero.
Servir con lealtad significa también servir con franqueza, sinceridad y honradez. Es ir con la verdad por delante. No se es leal si se engaña, si no se dice la verdad o se dicen sólo medias verdades o se manipula.
La lealtad es un fin en sí mismo. Un compromiso, nuestro compromiso.
¿Y a quién debemos ser leales? Debemos ser leales a nuestros afiliados y a todos los trabajadores a quien representamos.
El vigor de la lealtad en el mundo laboral es fundamental y necesario para preservar la armonía y el entendimiento entre las partes. Es un bien que debemos cultivar y trabajar; y que debemos considerar y apreciar en todo momento ya que su inexistencia envenena todo clima laboral.
La lealtad es muy diferente al servilismo en el que con frecuencia se cae cuando se quiere buscar o conseguir algo e, incluso, se llega a traicionar lo más sagrado de una persona: su conciencia; con tal de obtener el reconocimiento, el puesto a que se aspira o una posición de privilegio.
Y esta falta de convicciones e ideales hace que muchos trabajadores se dejen llevar por deseos individuales y egoístas. Esta actitud perjudica al colectivo en beneficio de lo propio.
Por eso desde CESHA hemos asumido un alto sentido del compromiso y ello nos permite ser constantes en nuestro trabajo, en nuestro empeño, que es el vuestro.
¿Y tú?